FIGURAS
Qué formas de organización incorporamos a los procesos de desarrollo de proyectos de arquitectura? ¿Cuáles determinaciones nos auto-imponemos como constricción? ¿Qué matrices incorporamos como guías que nos acompañen en la toma de decisiones proyectuales, y que nos eviten caer en la ilusión de estar, en cada momento, dando respuesta a una problemática a través del proyecto? ¿Cómo mantener cierta significación de lo figurativo en su paso a la abstracción?
En algunos proyectos tomamos la forma de organización de una cosa, considerada en su concepción como Figura, como guía para la toma de decisiones a lo largo del proceso de proyecto. Al incorporarlas como figura se trata de enfocar en sus cualidades genéricas y convencionales más que en su constitución especifica. Así, Árbol podría ser un sistema de organización de cargas por ramificación vertical o una forma de generar sombra con un solo apoyo; un rompecabezas deberá organizarse en partes que encajan en entre sí en una sola posición y cuyas delimitaciones, para no simplificar el juego, no coinciden con la forma de la imagen que soporta…; un Bolsillo es un contenedor con capacidades de reversibilidad.
La arquitectura que resulta de estos procesos, además de responder a necesidades y requerimientos del lugar, a la situación o a los usos, a las determinaciones materiales y de sistemas de producción; posee un vínculo adicional. En algunos casos ese doble vínculo se vuelve una manera de incorporar la ficción y la narrativa, en otros una forma de atravesar el proceso de proyecto como un juego con sus reglas y donde el proyecto resultante es el conjunto de movimientos que requiere una partida.